No nos dejemos engañar. Permitir que unos pocos miles de habitantes compren un teléfono celular, una computadora, un DVD o se hospeden en un hotel, no son reformas. Digo miles porque está claro que estos son lujos que no están al alcance de la inmensa mayoría de la población asalariada o pensionista que cobra en moneda nacional y debe pagar en divisa por estos bienes y servicios. Permitir que un agricultor compre ropas y utensilios de trabajo es casi una burla. Lo que está claro es que el gobierno intenta lavarse las manos poniéndose en el plan: ¿No querían que levantáramos las restricciones? Pues ya están levantadas. Total solo se beneficiaran unos pocos y nosotros quedamos “limpios”. Repito, no son reformas, son la reinstauración de derechos por mucho tiempo suprimidos. Reformas serian, liberar a los presos políticos, permitir la libertad de prensa y asociación, descentralizar la economía, permitir la creación de empresas, por solo citar algunos ejemplos. Soy de los que creen que pueden hacerse estas cosas, sin renunciar a otras. La realidad es que no debemos esperar estas reformas al menos en el futuro inmediato. Hoy “el de siempre” desde su retiro, ha hecho un llamado a evitar “…hacer concesiones a la ideología enemiga.” Asi que ya saben, esto es más de lo mismo. Solo que ahora uno da la cara y el otro, desde la sombra, las ordenes.
miércoles, 16 de abril de 2008
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3 comentarios:
oye, estás claro!!
ah, cuando leí el artículo por la mañana me pregunté si ahora le harán el mismo caso que antes... Y ahora te leo a ti y dices lo de las órdenes desde las sombras... creo que sigues teniendo razón.....
Un post muy reflexivo.
Esto es una "confusión cotidiana", parece una pelicula de Titón.
Saludos Aguaya!
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